La Policía Nacional identificó a los tres hombres que, por mandato del Cartel del Este, actuaron en el rapto y posterior asesinato del periodista José Agustín Silvestre, ocurrido la mañana del pasado martes en la ciudad de La Romana.
El vehículo que fue utilizado para cometer el crimen está en poder de las autoridades del ministerio público y la Policía, que ya también saben quien fue la persona que ordenó la ejecución del comunicador. La yipeta fue rentada y devuelta a la empresa luego de que fuera cometido el asesinato.
Una fuente policial reveló a LISTÍN DIARIO que antes de las próximas 48 horas (el martes) serán dados a conocer los nombres de los presuntos asesinos y cómo se urdió la trama del crimen contra el director de la revista “La Voz de la Verdad”, de la Romana.
La muerte de “El Gajo”, apodo con que se conocía al periodista Silvestre en su pueblo natal, fue ordenada por uno de los presuntos jefes del denominado Cartel del Este, el cual fue identificado públicamente con nombre y apellido en un artículo escrito por la víctima en una de las ediciones de su revista sobre el mundo del crimen.
El presidente Leonel Fernández ha seguido desde el primer momento las investigaciones, luego que ordenara al jefe de la Policía encargarse personalmente del caso horas después del hecho de sangre.
José Silvestre desde siempre se había destacado por su ejercicio radical y confrontacional del periodismo, y en los últimos años recibía constantes amenazas de sectores ligados a los bajos fondos y al crimen organizado de región Este, que se ha convertido en la principal zona de ingreso de cocaína y heroína desde Colombia.
Investigaciones
Aunque los investigadores han identificado a los presuntos responsables de la autoría del crimen, la investigación continúa a nivel nacional para establecer las ramificaciones criminales de este cartel, mientras se sigue de cerca la pista de uno de los implicados que aún se encuentra prófugo.
Por otra parte, el portavoz de la Policía, coronel Máximo Báez Aybar, dijo que la investigación ha entrado en una etapa conclusiva y que sólo se cotejan algunos elementos y datos de último momento.
El jefe de la Policía se trasladó a la Romana, junto a tres generales y varios oficiales superiores, y tres procuradores adjuntos para adelantar esta investigación, dijo Báez Aybar. “El mayor general Polanco Gómez ha estado pocas horas en su despacho desde el pasado martes, prácticamente ha trasladado su despacho al lugar de los hechos”, dijo.
Los investigadores creen que el grupo mafioso urdió la trama de la muerte de Silvestre aprovechando las circunstancias de una controversia pública que éste mantenía con el fiscal de La Romana, José Polanco, cuyas sospechas han sido descartadas por completo.
La muerte del director de la revista “La Voz de la Verdad” causó una gran conmoción en la Romana y repudio en toda la nación.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), la Unesco, el colegio y los demás gremios periodísticos del país han reclamado del gobierno dominicano el esclarecimiento del crimen y han pedido que castigue ejemplarmente a los asesinos.
Por igual, la Asociación de Productores de Programas de Radio y Televisión de la región Este y las filiales del CDP de Higu¨ey, El Seibo, San Pedro de Macorís. La Romana y Hato mayor.
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TEORÍAS SOBRE LOS MÓVILES DEL CRIMEN
La noticia del rapto y posterior muerte del periodista Silvestre se extendió como pólvora la mañana del martes 2 de agosto, más aún porque éste estaba sometido en un tribunal civil por el fiscal de La Romana que se sintió difamado en sus artículos y reportajes, y previamente arrestado por orden del mismo funcionario.
A eso de las 7:30 de la mañana fue interceptado a escasos metros de su hogar por tres individuos, mientras caminaba a pie hacia el estacionamiento de su vehículo. Forcejeó con sus agresores y éstos lo hirieron de bala en el abdomen y lo obligaron a montarse en un vehículo, según testigos presenciales.
Le dispararon dos veces más en la cabeza y en el cuello dentro del vehículo y dejaron abandonado su cuerpo en la entrada del batey El Peñón, unos quince kilómetros hacia San Pedro de Macorís. Los investigadores no hallaron casquillos ni otros indicios de balas en el lugar donde estaba el cadáver.
Desde el principio, se manejaron varias teorías sobre el móvil del crimen, casi todas relacionadas con las denuncias de Silvestre contra conocidos narcotraficantes, funcionarios corruptos y miembros del crimen organizado.
